El Consejo de Administración de ACUAES con su presidenta Rosa Cobo a la cabeza, junto al subdelegado del Gobierno en Gipuzkoa, Guillermo Echenique, y el Director Gerente de Aguas del Añarbe, José Ángel Ercilla, han visitado esta tarde las obras de la conducción alternativa del Canal Bajo.
Desde el inicio de las obras, en abril de 2023, se han desarrollado los trabajos de la obra de toma de agua en el río Urumea y la conducción hasta la estación de bombeo de Lastaola, habiendo comenzado también los trabajos del muro pantalla que protegerá la futura estación de bombeo que se construirá en la margen izquierda del río Urumea.
Recientemente se han iniciado dos tramos de colocación de tubería de los casi 5.000 metros que se ejecutarán hasta la ETAP de Petritegi. La tubería de fundición dúctil, en su práctica totalidad, tiene un diámetro de 1.100 mm. En los próximos meses se acometerán los tramos de conducción más complejos en el casco urbano de Astigarraga. De acuerdo con los plazos previstos, las obras estarán finalizadas a finales de 2025.
La actuación en su conjunto tiene un presupuesto estimado total de 30 millones de euros (IVA no incluido) de los que ACUAES (sociedad mercantil estatal del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico) financia el 80% (24 millones de euros mediante los fondos Next Generation de la Unión Europea), mientras que Añarbe debe sufragar el restante 20% (6 millones de euros, para lo que cuenta con una ayuda de 3,45 millones del Departamento de Medio Ambiente de la Diputación Foral de Gipuzkoa).
El proyecto de la Conducción alternativa del Canal Bajo
El proyecto de la Conducción alternativa del Canal Bajo fue declarado de interés general del Estado en 2010 e incluido en los Presupuestos Generales del Estado para el año 2022 tras la oportuna negociación de los grupos parlamentarios en el Congreso.
El actual Canal Bajo viene funcionando ininterrumpidamente desde su puesta en servicio en 1958. La alternativa consiste en la construcción de una estación de bombeo en el río Urumea -en el emplazamiento de una antigua central hidroeléctrica, hoy en desuso, denominada Lastaola, en Hernani- y una conducción en impulsión hasta la ETAP de Petritegi.
En caso de fallo o interrupción del actual Canal Bajo, los caudales para el abastecimiento se soltarán en la presa de Añarbe al río Urumea para, 15,7 km más abajo, ser aspirados y conducidos por distintos tramos de conducciones de 5,8 km de longitud hasta la estación potabilizadora de Petritegi a través de la nueva estación de bombeo de Lastaola.
El proyecto tiene previsto aprovechar la mayor parte de las infraestructuras de la antigua central hidroeléctrica de Lastaola construida en 1896 (obra de toma, canal, túnel y el propio edificio de la central) que serán reconvertidas -tras la oportuna rehabilitación o reposición- e integradas en la red de abastecimiento del sistema Añarbe.
El agua vertida en la presa se aspirará en el Urumea a través de la reformada obra de toma que constará de dos canales de dos metros de ancho separados por un muro de hormigón de 40 cm y tres metros de altura. El antiguo canal (que discurre en paralelo al río Urumea) alojará ahora una doble tubería de poliéster reforzado con fibra de vidrio de 466 metros de longitud y 1.200 mm de diámetro que será cubierta y enterrada. El túnel de 410 metros de longitud será completamente rehabilitado y reforzado hasta su conexión con la nueva estación de bombeo que sustituirá a la antigua central hidroeléctrica.
La estación de bombeo se ubica junto al puente que une los polígonos industriales de Lastaola e Ibarluze y, tras su reforma, contará con unas dimensiones de 32,00 x 12,80 x 8,30 metros y cuatro bombas de 700 kW (ampliable a una quinta), con una capacidad de elevación de 450 l/s cada una. Las aguas bombeadas por la estación cruzarán el puente sobre el Urumea y se elevarán hasta la ETAP de Petritegi mediante una nueva tubería de impulsión de fundición dúctil de 4.920 metros de longitud y 1.100 mm de diámetro. La mayor parte de la tubería se construirá mediante la ejecución de zanjas, salvo un pequeño tramo de 78 metros que se instalará mediante una hinca subterránea para cruzar la carretera GI-2132 Astigarraga-Oiartzun sin alterar el tráfico en ningún momento.
Una vez finalizadas las obras, el abastecimiento a los habitantes de Añarbe estará a salvo de roturas e interrupciones del actual Canal Bajo, a la vez que permitirá efectuar paradas programadas del mismo para emprender su paulatina rehabilitación y modernización, solucionando los problemas de inestabilidad y de pérdidas de caudal que presenta la infraestructura por el paso de los años y utilizándose mientras tanto la nueva infraestructura.