El embalse de Añarbe comienza el año hidrológico con la mayor reserva de agua desde 2011

El nuevo año hidrológico (octubre-septiembre) comienza con la mayor reserva de agua en el embalse de Añarbe en estas fechas desde 2011, gracias a un segundo semestre (abril-septiembre) más lluvioso de lo habitual.

Aunque la precipitación registrada a lo largo del año hidrológico ha sido exactamente la misma que la media de los últimos 52 años (2.064 l/m²), ésta se ha producido de manera distinta: habitualmente el primer semestre (octubre-marzo) suele concentrar más lluvia que el segundo semestre (abril-septiembre). Pero este último año ha sucedido lo contrario: en el primer semestre se recogieron 864 l/m², mientras que en el segundo cayeron 1.200 l/m².

Como consecuencia, el nivel del embalse es más elevado de lo habitual en estas fechas. En concreto, el porcentaje de llenado asciende al 87,1%, doce puntos por encima respecto a la media de la última década

El año hidrológico se ha caracterizado por la variabilidad de las precipitaciones, alternándose algunos de los meses más secos y más lluviosos del último medio siglo. Así, los meses de mayo (422 l/m²) y junio (220 l/m²) fueron el primer y tercer más lluviosos en los registros de Añarbe, con lluvias muy superiores a lo acostumbrado. Sin embargo, esta situación se ha compensado con las escasas lluvias de los meses de octubre o febrero

En definitiva, el abastecimiento de agua está garantizado gracias a que la cuenca del Añarbe continúa siendo una de las zonas con mayor precipitación media anual de toda la Península; y a que la demanda de agua anual se ha estabilizado en torno a los 24 millones de m³ desde 2013, tras unos años previos con un importante descenso de la demanda provocada por las inversiones de mejora en las redes de abastecimiento.